Estreno de la semana

viernes, 21 de mayo de 2010

¿Dónde está Robin Hood?

ROBIN HOOD
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No lo encontrarán en esta película. Lo más probable es que aparezca recién en la secuela. Ésa es la película que yo quiero ver. La elegancia, el encanto, la leyenda del arquero de Sherwood ha sido sepultada por la seriedad, el realismo y toda la ambientación histórica (por más bien lograda que ésta esté) que el director Ridley Scott ha plasmado en su película. Me imagino la concepción de la idea para Robin Hood casi de la misma forma que para Batman Inicia (Batman Begins) e incluso para El Caballero de la Noche (The Dark Knight). La gran diferencia fue que para la historia del hombre murciélago sólo se cambió el estilo. Me refiero a que el aspecto visual se volvió más sobrio, los personajes no tan caricaturescos, los escenarios más realistas y toda la ambientación en general más factible de ocurrir en el mundo real. Así, Batman Inicia revolucionó la franquicia e incentivo la rápida evolución que han experimentado las películas de superhéroes de los últimos años (cambio que ya había iniciado con Spiderman 2). Ahora, la cinta protagonizada por Russell Crowe (gran actor, pero un poco viejo para una historia de orígenes) aspira a lo mismo, darle una sensación más verídica y realista a la historia del príncipe de los ladrones. Pero lo quiere hacer contándonos la prehistoria de Robin Hood, un soldado que regresa de las cruzadas y se hace pasar por un caballero muerto para devolver una espada; jamás llegamos a ver al personaje tan fascinante, alegre y legendario que ha sido encarnado anteriormente por Errol Flynn y Sean Connery, y recreado fantásticamente por Disney en dibujos animados. Esta película debió llamarse Robin Longstride. En las últimas cintas de Batman, lo genial fue el proceso, primero ver a Bruce Wayne y, luego de sus traumas y posterior entrenamiento, ver al héroe enmascarado tener sus primeros conflictos con los villanos de Ciudad Gótica, sin estar completamente formado el personaje pero perfeccionándose con el tiempo, durante toda la cinta. Y así podemos citar varias películas que cuentan la historia del origen sin quitarle la esencia a los personajes (Viaje a las Estrellas, Casino Royal, La Guerra de las galaxias). Robin Hood termina con el arquero retirándose hacia el bosque con sus compañeros y Lady Marion (todos declarados forajidos faltando 5 minutos para que termine la película). Un último cartel reza: “Y así comienza la Leyenda”. Pues si esto fuese el libro, ¿quién quisiera tener que leer por dos horas y veinte minutos el prólogo? Yo quisiera vivir las aventuras del bosque de Sherwood cuanto antes.

martes, 18 de mayo de 2010

Crowe, Scott, Maximus, Hood

RUSSELL CROWE

Su primer papel importante fue en Los Ángeles al Desnudo (L.A. Confidential), película nominada a 9 Oscar. Luego sorprendería a todos con una genial actuación en El Informante (The Insider) de Michael Mann. Actuar junto con Al Pacino le valió una nominación como mejor actor, y al año siguiente ganó el premio por la recordada Gladiador (Gladiator). Una actuación poderosa, interpretando al memorable General Maximus Decimus, que lo llevó a alzarse con la codiciada estatuilla y posicionarse como uno de los actores más confiables en Hollywood. Ha seguido demostrando su pericia con estupendas actuaciones en Una Mente brillante (A Beautiful Mind), Capitán de Mar y Guerra (Master and Commander: The Far side of the World) y El Luchador (Cinderella Man, con confundir con The Wrestler con Mickey Rourke). También lo hemos visto en cintas como 3:10 a Yuma (3:10 to Yuma), Gangster Americano (American Gangster) y Red de Mentiras (Body of Lies); siempre mostrando su calidad e ingenio para la interpretación de personajes imperfectos, a veces deshonestos, pero con los cuales podemos simpatizar.

Crowe, neozelandés de 46 años, es uno de mis actores favoritos hoy en día, ya que siempre está asumiendo proyectos interesantes. E incluso en algunas películas podemos observar que él está por encima del material, en ese caso levanta un poco el nivel de la cinta. Ése parece ser el caso en su nueva colaboración con Ridley Scott, Robin Hood. Crowe interpreta al protagonista de la leyenda del bosque de Sherwood. Todo indica a que es una “Gladiador” con arcos y flechas en la época medieval en vez de la Romana. Esto puede llegar a ser bueno o malo, así que, después de recibir fuertes recomendaciones de que no vaya a ver Pesadilla en el Elm Street, mi prioridad será chequear los orígenes de este fascinante personaje en su nueva adaptación a la pantalla grande. Ahora es más seria, tiene más efectos, más acción, más sangre y, como en los tiempos de Errol Flynn, tiene un gran actor robando a los ricos para dar a los pobres. 



Al ganar el Oscar como mejor actor principal por Gladiador:
Cuando creces en los suburbios de Sidney o Auckland o New Castle, como Ridley y Jamie Bell, o los suburbios de cualquier parte, un sueño como este parece vagamente ridículo y completamente inalcanzable. Pero este momento está directamente conectado con esas imaginaciones de la niñez. Y para quien sea que esté en el lado negativo de la ventaja, y confiando puramente en su coraje, es posible.

jueves, 6 de mayo de 2010

La resurrección de una carrera, después, la de un ícono


JACKIE EARLE HALEY

La historia de Jackie Earle Haley es muy interesante. De niño actuó en un par de series exitosas (la más conocida fue The Love Boat), e incluso apareció en la película Breaking Away. Luego pasó al anonimato en películas para la televisión y series olvidables. Muchos años después (13 para ser exactos) vuelve a la pantalla grande con una genial interpretación en Secretos Íntimos (Little Children). Hacer el papel de un pedófilo en esa película le valió una nominación al Oscar. Inmediatamente se volvió popular otra vez, como actor de carácter. Hasta ahora lo hemos visto en Todos los hombres del presidente (All the president’s men), Los vigilantes (Watchmen) y La Isla siniestra (Shutter Island); siempre haciéndose notar por su peculiar rostro y actitud.

Hace poco, Haley fue escogido para revivir a un ícono del terror cinematográfico, el chamuscado Freddy Krueger. Me parece que la elección no podía ser más correcta. Ojalá se aproveche el potencial de Haley como presencia macabra. Algo de eso se vio reflejado en su encarnación de Rorschach en Los Vigilantes. La última entrega en la franquicia de Pesadilla en el Elm Street (en este caso sería un reboot, o un reinicio de la historia) no está teniendo las críticas más positivas, pero jamás se cuestiona la pericia del actor. Así que, armado de mi voucher de oferta, creo que valdrá la pena chequear si Freddy podrá, nuevamente, ser actor principal de juveniles pesadillas como lo fue en los años 80.   


Con respecto a esos programas sobre jóvenes actores que perdieron popularidad:
Siempre evité cosas como “¿Dónde están ahora?” o “¿Qué le pasó a…?” Sólo un “No gracias, gracias por llamar”. Tú dime a mí, ¿algunas vez has visto un “¿Qué le pasó a…?” donde parecieran otra cosa que patéticos? Yo podría hacer eso o sólo desaparecer.

domingo, 2 de mayo de 2010

El comediante de hierro

IRON MAN 2
* * * /

Cuando una película tiene un solo objetivo, pues se hace todo más fácil. No obstante, cuando ese objetivo es puramente entretener a las masas, pues no puede ser tan fácil sino todos estaríamos haciendo películas exitosas. John Favreau, el director de Iron Man (y, ahora, su secuela) empezó como actor en algunas películas para luego desarrollarse como director con comedias (Made y Elf), y aventuras de efectos especiales (Zathura). No es una mala combinación, comedia y efectos, y es de las más difíciles de lograr. Consideren que tan sólo un puñado de películas han podido combinar estos elementos de manera efectiva. Los Cazafantasmas (Ghostbusters) es la única que puedo recordar en este momento. Pero ustedes se preguntarán ¿Qué tan graciosa puede ser Iron Man 2? Muy graciosa. Divertida, sobretodo, por Robert Downey Jr, el carismático actor que repite en el papel principal, siempre priorizando al ser humano llamado Tony Stark detrás del traje de hierro.

Los efectos son muy buenos, pero más que en las grandes batallas y explosiones, fíjense en la fiesta de cumpleaños con un hilarante Iron Man intoxicado de alcohol. Las actuaciones secundarias de Sam Rockwell, Don Cheadle, Gwyneth Paltrow, Samuel L. Jackson y (en especial) Mickey Rourke son excelentes, dándole diferentes matices a sus caracterizaciones. Mas me parece que Scarlett Johansson, como la espía Viuda Negra, está solamente para satisfacer el placer visual de los productores de testosterona.

Otro aspecto genial de la película es cómo crea su propio mundo ubicado en el mundo real. Así como Christopher Nolan en El caballero de la Noche (The Dark Knight), quien creó una ciudad Gótica muy realista con sus propias características e idiosincrasias; Favreau nos presenta un Los Ángeles parrandero, nihilista, trivial y siempre divertido.

De cualquier forma, la película cumple su cometido. Es altamente entretenida. Eso sí, deja varios cabos sueltos, pero si las secuelas siguen saliendo como ésta, seguiremos yendo al cine a ver cómo se atan.